Qué es el Benchmarking y qué tipos existen? [Definición + Ejemplos]

Es una realidad que a raíz de la digitalización de los negocios, todo está evolucionando mucho más rápido en el mercado.

Los clientes son más exigentes y, por tanto, es imprescindible estar pendiente a cada cambio.

Esto hace que las empresas que no consiguen adaptarse, se queden atrás y dejen de ser rentables.

Entonces.

Aquí es donde tiene un papel bastante importante el benchmarking.

Una práctica muy común en las grandes empresas pero que no debería pasar inadvertido para las pequeñas, ya que aporta muchas ventajas cuando hablamos de cambio y crecimiento.

💡 ¿Qué es el benchmarking y qué tipos de análisis puedes hacer?

💡 ¿En qué puede beneficiar a un negocio?

Te lo contaré de forma sencilla en este post junto a algunos ejemplos para que se vea lo más claro posible 🙂

¡Vamos allá!

 

Qué es el Benchmarking y para qué sirve

Empecemos con la definición de benchmarking.

El benchmarking es un término anglosajón cuyo significado en español quiere decir “análisis comparativo”.

¿Y para qué sirve el benchmarking? Para descubrir qué estamos haciendo bien y qué podríamos mejorar en algún aspecto de nuestra empresa, con el fin de:

  • Ser más productivos a nivel de tiempo
  • Mejorar la calidad
  • Tener más contentos a los clientes
  • Reducir costes
  • Aumentar beneficios

 

para que sirve el benchmarking

 

La idea es observar qué prácticas están llevando a cabo otras empresas, tanto de nuestro sector o fuera de él, que puedan ser destacables y que están obteniendo grandes resultados (incluso mejores que los nuestros), para determinar las acciones que nos llevarán a una mejora.

Por lo tanto, el benchmark o “punto de referencia” será aquello que destacamos de otros porque observamos que, poniéndolo en práctica, lograremos una mejora en nuestro negocio.

Ahora bien.

No es en ningún caso replicar lo que hace tu competencia.

Sino que se trata de tenerlo como referencia para adaptar esas prácticas a nuestro propio negocio y conseguir las metas que nos hayamos marcado.

Por lo tanto, es un proceso objetivo con un fin constructivo que deberían realizar cada año las empresas.

Esto te permite estar siempre en constante mejora y evolución, ya que así pueden tenerse en cuenta las últimas tendencias.

👉Pongamos un ejemplo para que lo veas más claro.

Una tienda local de alimentación ecológica que lleva muchos años vendiendo en su barrio y tiene mucha aceptación.

Los clientes están supercontentos.

Ahora bien, si esta empresa decide hacer benchmarking y hace un estudio del sector, se da cuenta de que están perdiendo muchas oportunidades de venta al no tener presencia online.

La parte offline la llevan muy bien, pero cuando hablamos de marketing digital…

Hay otros negocios en el sector que tienen tienda online y están invirtiendo en gestión de redes sociales y publicidad, y por tanto, definen como punto de mejora en su análisis el hecho de invertir en marketing online.

 

Tipos de Benchmarking

Ahora que ya hemos visto la definición de benchmarking, veamos a qué tipos de análisis te puedes enfrentar:

Benchmarking interno

No todo es analizar a la competencia.

También es importante observar qué está funcionando mejor o peor en nuestro negocio.

El benchmarking interno consiste en comparar distintas áreas o departamentos de nuestra empresa.

La idea es trasladar lo que vemos que está funcionando en un área que ponemos como referencia, en aquellas que no están rindiendo tanto.

Este tipo de benchmarking es más frecuente en empresas grandes.

👉 Por ejemplo: Una empresa que cuenta con varios departamentos, se da cuenta de que uno de ellos, por ejemplo el de comercial, no cuenta con tantos recursos humanos y por tanto se podría mejorar la productividad frente a otros que sí que tienen un equipo de mayor número y el trabajo se realiza más rápido y eficaz.

O áreas en las que el trabajo es más manual y en otros más automatizado,  y se pudiera aligerar los procesos.

El caso es hacer un análisis dentro de tu empresa, y poner como punto de referencia el que mejor está funcionando para hacer alguna mejora en aquellos que pueden aumentar la rentabilidad del negocio.

Eso sí, debes ir punto por punto.

No puedes tratar de abarcar mucho y querer cambiarlo todo de golpe en tu negocio.

Eso solo desembocará en caos, y además no podrás analizar si las nuevas implementaciones han tenido un efecto positivo.

Ejemplo de Benchmarking interno

McDonald’s es de esas empresas que siempre están invirtiendo en mejorar y evolucionar para no bajar puestos en su posicionamiento en el mercado.

Hace unos años hizo un estudio de benchmarking interno para conocer al detalle los perfiles de sus mejores clientes, aquellos que consumen sus productos de forma más frecuente.

Para ello, realizó un análisis de los perfiles de los clientes que acudían a distintos locales a lo largo del mundo mediante el mapeo de colores.

Y tras recopilar millones de datos de transacciones en todas aquellas tiendas, sacó conclusiones de los alimentos que más preferían sus consumidores habituales dependiendo de las regiones de cada país.

Esto le permitió conocer de una forma increíblemente detallada a su potencial cliente para lanzar sus próximas campañas de marketing.

 

Benchmarking competitivo

El benchmarking competitivo es el más común y el más conocido.

Simplemente se trata de hacer una comparativa de un aspecto en concreto de nuestro negocio, frente al de otra empresa de nuestro sector.

Un análisis de nuestra competencia.

Aquí analizaremos a nivel de producto o servicio, de metodologías y procesos, de recursos… con el fin de mejorar y posicionarnos mejor en el mercado.

Sin embargo, al ser una competencia directa, es evidente que no nos van a facilitar muchos datos, por lo que a veces es complicado ahondar en detalles que nos puedan servir en el análisis.

Aquí es cuando tienes que ser listo.

👉 Si por ejemplo, tu mayor competidor hace email marketing y tú todavía no has empezado a trabajar este canal o te limitas a enviar alguna newsletter puntual, una buena idea es directamente suscribirte a la lista de tu competencia y leer sus emails.

De esta forma podrás ver cómo lo está haciendo y sacar ideas para tu estrategia.

👉 Otro ejemplo: si vemos que una empresa de nuestra competencia aparece en medios como puede ser la radio, la prensa o la publicidad online…

Y nosotros no estamos trabajando esta parte, pues puede ser buena idea considerar incluirlo en nuestra estrategia de comunicación y venta.

Creo que se entiende la idea.

Ejemplo de Benchmarking competitivo

El Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, empezó a recibir muchas críticas negativas por parte de los pacientes sobre la atención al cliente del personal sanitario.

También estaban notando cómo habían crecido el número de infecciones dentro del centro.

¿Qué hicieron?

Un estudio de benchmarking tomando como referencia otros centros de salud del país, tanto para analizar cómo llevaban a cabo la atención al cliente como las medidas de seguridad.

Con el estudio descubrieron que había una falta de formación importante en el personal.

Estaban desactualizados y necesitaban reforzar conocimientos sobre protocolo.

¿Resultado?

Un impacto positivo en la opinión de los clientes y una reducción del 85% en infecciones en el centro hospitalario, lo que les hizo ahorrar 14 millones de dólares.

Este tipo de necesidades de mejora no habrían sido detectadas si la empresa no hubiera decidido invertir su tiempo en hacer benchmarking.

 

Benchmarking funcional

El benchmarking funcional consiste en comparar un aspecto en concreto de tu negocio con el de otra empresa fuera del sector.

No tiene que ser tu competencia directa, sino que simplemente te gusta cómo lo hacen, tienen buenos resultados y te sirve de inspiración.

👉 Un ejemplo claro:

Imagina que tienes una crisis de reputación por algún incidente de un cliente insatisfecho.

A la hora de hacer benchmarking, si observas que una empresa de otro sector ha solventado esta situación de forma exitosa e incluso ha llegado a beneficiar a la marca, podrías tomarlo como referencia para aplicarlo en tu plan de crisis.

¿Otro aspecto que podrías analizar en tu benchmarking funcional?

La manera en la que se presta el servicio de atención al cliente de una marca que te haya parecido muy buena y original, y que crees que podría mejorar la experiencia de usuario en tu negocio.

Este tipo de benchmarking es muy útil cuando te resulta imposible conseguir información de tu competencia, tal y como te decía antes.

Bien porque no puedas acceder a esa información, o bien porque no hay nada destacable que te permita mejorar y tener una mejor posición en el sector.

Ejemplo de Benchmarking Funcional

Starbucks tenía claro que quería mejorar la productividad de su negocio en cuanto a la preparación de los cafés a los clientes, ya que sus competidores directos le estaban pisando los talones (McDonald’s y Dunkin’ Donuts)

Para ello, realizó un estudio de benchmarking funcional y analizó la productividad de otras empresas como Toyota a la hora de producir sus automóviles.

Tras hacer este análisis, tomaron la decisión de rediseñar sus tiendas y cambiar la distribución del mobiliario y los aparatos que utilizaban los empleados, de manera que a la hora de preparar los cafés, todo estaba mucho más a mano y se tardaba menos.

Consiguieron reducir el tiempo un 20% y esto obtuvo un impacto positivo en sus ventas.

 

tipos de benchmarking

 

Por qué es importante el Benchmarking en tu negocio

Ahora que ya sabes qué es el benchmarking y de qué formas puedes llevar a cabo este análisis comparativo, es importante que te cuente por qué deberías hacerlo.

Y es que te sorprendería la cantidad de negocios que hay ahí fuera preguntándose día a día por qué no consiguen ser rentables, qué está fallando, qué está haciendo la competencia que les va tan bien y a ellos no…

En definitiva, se frustran e incluso muchos abandonan, antes de pararse a analizar la situación.

El benchmarking tiene como ventaja principal conocer a fondo tu propio negocio.

Saber qué carencias hay, qué está fallando, que va bien pero se podría mejorar… todo en busca de un crecimiento y evolución constante.

Y por supuesto, te permite conocer muy bien ya no solo a tu competencia, sino a otras empresas que no están en tu sector pero que tienen un posicionamiento interesante en el mercado al que te gustaría llegar en algún momento.

De eso se trata, de buscar referencias e implementar estrategias para alcanzar tus objetivos.

Y deben ser objetivos realistas.

Ir paso a paso y definirlos a corto, medio y largo plazo.

Por tanto, el mayor beneficio que podemos sacar del benchmarking es el punto de vista motivacional que brinda a una empresa.

El hecho de saber que estamos buscando tener una mayor rentabilidad a menor coste, y que para trazar las acciones que nos llevarán al éxito, primero hay que hacer un estudio de la situación.

Además, sí que significa una inversión de tiempo importante, ya que no es algo que se pueda hacer a la ligera, pero económicamente hablando es una práctica que no genera un alto coste y puede hacerse entre varios miembros de la empresa para aumentar la motivación.

En definitiva.

Resumamos en estos puntos la definición de benchmarking y sus ventajas:

➡️Un proceso de comparación y análisis, tanto a nivel interno como con respecto a otras empresas, para buscar una evolución y crecimiento en la empresa.

➡️Investiga y analiza estrategias y acciones que están teniendo éxito en competidores y otras empresas fuera del sector pero que pueden servirnos de inspiración.

➡️Se trata de un proceso continuo que hay que repetir de forma constante para estar siempre mejorando.

➡️Es una forma óptima de poner en práctica nuevas ideas y metodologías en nuestra empresa.

 

 

¿Te ha quedado claro qué es y para qué sirve el Benchmarking?

Espero que te haya resultado útil el contenido del post.

Ahora que ya sabes qué es el benchmarking, para qué sirve y qué tipos de análisis puedes trabajar, espero que te animes a hacer tu primer benchmarking.

Al final, la base de cualquier estrategia exitosa es la fase de investigación previa.

Sin datos, no podemos actuar con coherencia.

Ahora cuéntame: por dónde vas a empezar, ¿un benchmarking interno, competitivo o funcional?

Déjame en comentarios tu respuesta así como cualquier duda que te haya surgido 🙂

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